La Educación Primaria es una etapa fundamental en la formación académica y personal de los niños. En el segundo ciclo de Primaria están aprendiendo a leer y escribir de una forma similar a otros grados escolares previos, cuando su maduración mental es mayor. Esto hace que sea más difícil para ellos mejorar estas habilidades de estudio a medida que avanzan en su educación.
Según el artículo del Anuario de investigaciones de la Facultad de Psicología Vol.2, Nº1, 166-175 2015, que compilaron las psicólogas Gabriela Zamprogno y María Eugenia López de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina), para analizar las prácticas de estudio de los niños, es importante considerar las estrategias de enseñanza que se utilizan en sus escuelas y las estrategias de estudio que se les proponen. Los docentes tienen un papel fundamental en su formación y en la manera en que estos aprenden a leer, escribir y estudiar. De hecho, la enseñanza de la lectoescritura influye directamente en las prácticas de estudio de los estudiantes.
El uso predominante de la memorización como estrategia implica que los estudiantes no están aprendiendo de manera profunda y duradera, sino que simplemente están repitiendo la información que se les ha enseñado y no la están interiorizando realmente. Una buena enseñanza de la lectoescritura no solo permite a los estudiantes comprender y producir textos con eficacia, sino que también influye en sus prácticas de estudio y en su capacidad para aprender de manera autónoma. Los estudiantes que se han formado en habilidades de lectoescritura eficaces son capaces de comprender y sintetizar la información de manera más profunda y significativa, lo que se traduce en una mayor retención de conocimientos.
Según Delia Lerner en su artículo La autonomía del lector. Un análisis didáctico, en la enseñanza convencional, el maestro tiene la iniciativa y el alumno espera instrucciones sobre qué hacer y cómo hacerlo. Esto limita la autonomía y la capacidad de los estudiantes para aprender de manera autónoma. Es por eso por lo que es necesario fomentar su independencia y promover prácticas que les permitan aplicar lo aprendido en situaciones posteriores.
Por tanto, es importante que los docentes y las escuelas promuevan una enseñanza activa y reflexiva de la lectoescritura que incluya el desarrollo de habilidades de comprensión lectora, producción escrita y análisis crítico de textos. Asimismo, es fundamental que los estudiantes aprendan a aplicar estas habilidades en sus prácticas de estudio para que puedan aprender de manera autónoma y profunda.