Los niños son seres curiosos por naturaleza y siempre están buscando nuevas formas de explorar y descubrir el mundo que les rodea. Como adultos, podemos ayudarles a desarrollar sus habilidades motrices y cognitivas proporcionándoles las herramientas más adecuadas para indagar y aprender. La escuela juega un papel fundamental en la formación de los niños, ya que es el lugar donde se guía su curiosidad natural y se les enseña a comunicarse y expresarse de manera efectiva.
Según el artículo «Estudio comparativo en el aprendizaje de la escritura en la Educación Infantil: Constructivismo vs. Método silábico” de los profesores de la Universidad de Granada, Juan de Dios Villanueva y Fernando Fornieles, publicado en el número 14 de la revista ONCOS de la Universidad de Castilla-La Mancha basado en un estudio, se ha determinado que los procesos de aprendizaje de la escritura más efectivos son estos dos. Para llegar a esta conclusión, compara ambos para analizar sus beneficios y desventajas.
La enseñanza basada en el Constructivismo es un enfoque pedagógico que busca ayudar al niño a desarrollar su habilidad para escribir de manera independiente. El niño aprende diferentes estrategias para adaptarse a las características específicas del contexto en el que se encuentra, y el proceso es esencial para su desarrollo intelectual y para la consolidación de las habilidades adquiridas.
Otra forma de enseñar es mediante el Método Silábico o Alfabético, en el cual el niño aprende primero los nombres y grafías de las letras para construir o descifrar palabras. El proceso de lectura y escritura se basa en la asociación de cada combinación de letras y su sonido correspondiente. El objetivo final es que sea capaz de transmitir sus pensamientos a través de la escritura y que otros lo comprendan.
Sin embargo, no siempre se logra un aprendizaje efectivo. A menudo, los niños pasan horas llenando fichas y trabajando con materiales simples, ya sea por comodidad, por las limitaciones del docente o por lo que dicta el mercado editorial. Por eso es importante que la enseñanza sea personalizada y adaptada a las necesidades individuales de cada estudiante para lograr un aprendizaje efectivo.
Asimismo, la catedrática en la ciudad de Barcelona, Ana Teberosky y la psicóloga especializada en el aprendizaje de la lengua escrita, Emilia Ferreiro apuntan en su libro Los sistemas de escritura en el desarrollo del niño que los niños a partir de los 5 o 6 años son capaces de tener conversaciones colectivas y coherentes no solo en situaciones de juego libre, sino también en tareas más orientadas y reflexivas. Esta habilidad ya está lo suficientemente desarrollada como para ser utilizada en la construcción de la escritura. Por lo tanto, las conversaciones que surgen cuando los niños de educación Infantil realizan juntos una actividad de lectura y escritura pueden ayudar al intercambio de información y al establecimiento de acuerdos acerca de lo escrito.
En conclusión, existen diferentes enfoques y métodos para enseñar a los niños a escribir, cada uno con sus ventajas y desventajas. Tanto el enfoque Constructivista como el Método Alfabético buscan enseñar a los pequeños a comunicar sus ideas a través de la escritura. Sin embargo, es crucial asegurar que la enseñanza sea adaptada a las necesidades individuales de cada estudiante para lograr un aprendizaje eficaz. Además, hay que mencionar que la enseñanza de la escritura debe ser un proceso continuo y no un evento puntual. Los niños deben estar expuestos regularmente a diversas formas de escritura y tener la oportunidad de practicar y mejorar sus habilidades a medida que van creciendo. Y los profesores deben estar dispuestos a guiar y apoyar a los niños en su proceso de aprendizaje, brindando retroalimentación.