STABILO Aula – Lectoescritura y coloreado para profesores de infantil y primaria

Prerrequisitos para el aprendizaje de la lectoescritura

El aprendizaje de la lectoescritura es un proceso muy complejo. Implica la construcción de todo un entramado que servirá para decodificar el entorno y elaborar mensajes para hacerse comprender. Esta estructura mental no es posible si el niño no ha conseguido generar previamente unas competencias concretas.

Las Doctoras M.ª Pilar Núñez Delgado y María Santamarina Sancho, de la Universidad de Granada detallan cuatro prerrequisitos, entre los que destacan las capacidades orales de la lengua y la conciencia fonológica. Lo explican en su artículo ‘Prerrequisitos para el proceso de aprendizaje de la lectura y la escritura: conciencia fonológica y destrezas orales de la lengua’, publicado en la revista Lengua y habla, núm. 18 de enero-diciembre de 2014, del Centro de Investigación y Atención Lingüística (C.I.A.L.) de la Universidad de Los Andes (Venezuela).

Según sus autoras, es importante que antes de iniciar formalmente el aprendizaje de la lectura y la escritura se trabajen los citados prerrequisitos. Esto ayudará al maestro a identificar problemas para poder actuar sobre dichas dificultades. De este modo se asegurará su capacidad de aprendizaje y evitará futuras adversidades para el desarrollo intelectual del niño.

Así, Núñez y Santamarina, sin olvidar las diferentes teorías y clasificaciones de factores existentes, consideran esenciales los siguientes prerrequisitos:

  • Lateralización y habilidades motrices: es un proceso neurológico complejo que, entre otros factores, define si el niño es diestro o zurdo, y mejora la coordinación ojo-mano, así como “la coordinación dinámica general”.
  • Procesos cognitivos: son diferentes procesos necesarios para escribir y leer. Serían ejemplos la selección y ordenación de la información, la creación de ideas, la revisión, la memoria, etc.
  • Destrezas orales de la lengua:
    • comprensión oral (escuchar): los maestros pueden intervenir en el desarrollo de esta habilidad con explicaciones breves, modificar entonaciones, reexplicar o aclarar conceptos…
    • Expresión oral (hablar): es un aspecto que se trabaja poco, pero es muy importante. Se puede fomentar con, por ejemplo, el vocabulario básico, pronunciar correctamente, describir oralmente objetos o animales o personas, fomentar diálogos, narrar en voz alta, etc.
    • Interacción oral (dialogar): la interacción mutua con el intercambio de papeles entre emisor y receptor no solo estimula la mente, sino que también implica aprender ciertas convenciones, generar capacidad de comprensión y expresión, etc.
  • Conciencia fonológica: existen la conciencia silábica, la fonética y fonémica y la intrasilábica. Como es un aspecto que se desarrolla progresivamente es importante que haya una relación relevante entre el lenguaje y la experiencia del niño.

Por lo tanto, a la hora de trabajar la lectoescritura en Infantil hay que tener en cuenta estos prerrequisitos. Hay que comprobar cuál es la mejor manera de trabajarlos con cada niño, comprobar si están desarrollados y afianzados y ver cómo se puede mejorar cada uno.