La lectura es un proceso que nos acompañará toda la vida. Por eso es tan importante que los niños la aprendan y practiquen bien desde que son pequeños. Así, si los animamos a descubrir la magia de la lectura, vivirán este inicio con placer, curiosidad y diversión. Fomentar este hábito lector hará que se potencie la imaginación de los más pequeños, ejerciten su cerebro, practiquen sus habilidades lingüísticas y mejoren su nivel de concentración.
Además, según el artículo “Estimulación temprana de la lectura desde la Educación Infantil”, escrito por la Doctora en Pedagogía Carmen Álvarez Álvarez de la Universidad de Cantabria y Lecilia Roque do Nascimento, recomiendan que los más pequeños tengan contacto con los libros durante los primeros seis años de vida. Esto es así porque en esta etapa es cuando los niños sientan las bases para ser lectores competentes. Asimismo, enseñar este proceso en las aulas va más allá de narrar historias en voz alta y es importante incitar a que los niños debatan sobre el contenido de la lectura. Como por ejemplo con las acciones que hacen los personajes, la trama que se narra, las microhistorias de cada capítulo, etc.
Por este motivo, es importante disponer en las aulas de un espacio similar al de una biblioteca, donde los niños puedan disponer de un espacio atractivo y actualizado para familiarizarse con los libros y fomentar ese proceso de lectura. ¡Una estrategia didáctica para que los profesores fomenten el placer de la lectura!
¿Pero cómo podemos desarrollar aún más el gusto por la lectura en esta etapa de Infantil? A continuación, te damos algunos trucos para realizar en el aula:
- Es vital favorecer el vínculo entre el libro y el niño e inculcar desde pequeños que la lectura es una actividad divertida y placentera, y no como un castigo u obligación. ¡Fomenta ese hábito lector en los más pequeños!
- Haz que los niños exploren por parejas, de forma individual o en grupo, los diferentes libros y obras que hay en las aulas. ¡Elige textos que tengan distintas interpretaciones!
- Es fundamental crear hábitos de lectura en las aulas como, por ejemplo, un día a la semana será dedicar parte del tiempo a la lectura. Leer con frecuencia hará que mejore su capacidad de lectura, de concentración, de retención de la información y de compresión lectora.
- Buscar lecturas apropiadas que fomenten su imaginación y fantasía, y que sean estimulantes para ellos. Si, por el contrario, elegimos libros que no entienden o no les interesa, puede provocar que ellos mismo se aburran y no disfruten del proceso. ¡Descubre qué libros van a despertar su interés e inclúyelos en el aula!
Estimular la lectura desde los primeros niveles educativos hará que esta actividad se convierta en un proceso placentero para los más pequeños y que aportará múltiples beneficios para su desarrollo.