STABILO Aula – Lectoescritura y coloreado para profesores de infantil y primaria

Cómo evitar y rectificar errores ortográficos en Primaria

En el proceso de aprendizaje de la lectoescritura hay diferentes facetas y contenidos. En el entorno de Primaria uno de los aspectos que se tiene en cuenta es el de la ortografía. Evitar y corregir faltas y errores se convierte a menudo en un caballo de batalla fuente de conflictos. ¡Hablemos de ello!

El aprendizaje de las normas de ortografía y su correcta aplicación a la hora de escribir suele ser un aspecto árido. A los niños, según cómo se plantee, no les motiva. Por eso es importante enfocarlo, como siempre, desde un punto de vista lúdico, dinámico e interactivo. Aunque, como en muchos otros casos, hay que tener en cuenta el proceso madurativo del pequeño, por lo que debemos facilitárselo lo máximo posible.

Como explica Ana M.ª Rico Martín, en su artículo ‘Breve análisis de los factores que intervienen en el aprendizaje ortográfico’, en el número 32 de la revista Publicaciones, los elementos a considerar son:

  • Neuropsicológicos: incluyen la capacidad intelectual, la percepción y la memoria auditiva, la percepción y memoria visual, la memoria articulatoria, el dominio y memoria grafomotriz, la lateralización definida junto con la buena orientación espacio-temporal, la madurez mental y la capacidad de abstracción, la capacidad de generalización y la capacidad de atención
  • Lingüísticos: incluyen la articulación fonética correcta, el deletreo, el dominio de la lectura y el dominio del vocabulario.
  • Socioafectivos: incluyen el equilibrio emocional, la autoestima y la autoafirmación.
  • Pedagógicos: incluyen la metodología adecuada y la motivación.

Como vemos, hay diferentes vectores dentro de cada uno de los factores. Y uno de ellos es la motivación. Por eso, las propuestas didácticas para facilitar el aprendizaje ortográfico y evitar faltas (en las que predomina la mala acentuación) deben ser atrayentes para los pequeños. Algunos recursos pueden ser:

  • Objetivos asumibles: como profesor es clave plantear actividades ortográficas asumibles. Es mejor siempre pequeñas dosis para que todos los niños dominen bien y fácilmente el aspecto ortográfico que se trabaje. Así, pequeños éxitos estimulan a los niños a seguir aprendiendo en el día a día.
  • Incentivar la lectura: la visualización constante de múltiples y distintas palabras acaba fijando inconscientemente su correcta ortografía. ¡Existen muchas actividades para fomentar la lectura!
  • Autocorrección: si un niño puede comprobar por sí mismo si ha escrito bien o no una palabra (ya sea con el diccionario o con el texto correcto original) puede no solo percatarse del fallo, sino percibir que asume responsabilidades y motivarse para próximas ocasiones.
  • Estímulos sensoriales: si hacemos que oigan la pronunciación de la palabra varias veces para percibir la sílaba tónica, por ejemplo, o que vean cómo se escribe de una manera vivencial, habremos ganado mucho para fijar la forma correcta de esa palabra.
  • Correcciones claras: cualquier corrección que hagamos en los textos debe ser evidente, especificar cuál es el error y dónde está y, si son alumnos con edad de raciocinio, por qué (de manera concisa pero efectiva).

La correcta ortografía es señal de una maduración del proceso intelectual y de una mente activa y ordenada. Los resultados no se consiguen en los primeros cursos, sino que es un proceso constante y, a veces, fatigoso. Pero como maestros estaremos contribuyendo a construir unas futuras generaciones mejores.