El aprendizaje de la escritura debe considerarse como un aprendizaje de movimientos. La interrelación entre el desarrollo de destrezas motoras y el desarrollo sensomotor básico es clave. Los alumnos pueden aprender estas destrezas de una forma inconsciente a través del juego.
Al desarrollar actividades de práctica para los alumnos que más adelante le faciliten el proceso de aprender a escribir, hay que tener en cuenta que:
La escritura es movimiento – durante el aprendizaje, el alumno debería practicar movimientos rápidos lo más temprano posible,aunque los resultados no sean perfectos. El objetivo es obtener fluidez.
La individualidad como una nueva oportunidad – los nuevos modelos de aprendizaje describen las destrezas motoras como un esfuerzo repetido para encontrar una solución individual y no como una repetición de soluciones ya provistas. Los niños deberían poder presentar, sentir, experimentar dar forma y desarrollar sus propias ideas.
La variación del movimiento – la habilidad del niño para controlar sus movimientos puede ser mejorada al variar factores importantes de la escritura como la forma y el tamaño de los trazos, la presión o el ritmo, para acelerar así el proceso de aprendizaje.
De formas grandes a pequeñas – al desarrollar las destrezas motoras, los niños se mueven de uniones grandes a pequeñas, de la imprecisión a la precisión, de movimientos amplios a controlados, de lo simple a lo complejo. Asegúrate de que las primeras tareas no sean difíciles ni complejas. Permite al alumno escribir en papel sin líneas, con letras tan grandes como ellos quieran.
Los ejercicios de práctica enfocados al desarrollo de las capacidades motoras ayudarán al alumno a hacer movimientos precisos, continuos y con la tensión muscular adecuada.
Con información de Schreibmotorik INSTITUT.