Durante la temprana edad de la etapa escolar, la curiosidad se convierte en un elemento fundamental capaz de activar la atención y la concentración de los niños. Por este motivo es esencial integrar elementos que los estimulen en el proceso de la educación. En este contexto, la aplicación de técnicas innovadoras que fomenten el aprendizaje y el proceso cognitivo a partir de nuevos métodos didácticos y pedagógicos en el aula se vuelve fundamental para adaptarse al entorno educativo del siglo XXI.
En este sentido, en el artículo Escape Room como estrategia didáctica para la lectoescritura en Educación básica escrito por Cristhian Fabián Pesántez Quito, Luis Bolívar Cabrera Berrezueta, Ana Zulema Castro Salazar, publicado en el número 3 del Volumen 8 de 2022 de la revista científica Dominio de las Ciencias, se resalta la necesidad de mejorar el proceso educativo mediante la consideración de elementos como el trabajo tanto cooperativo como individual para así desarrollar responsabilidades individuales y grupales.
En este contexto, el Escape Room se presenta como una propuesta dinámica e innovadora para implementar en el aula. Tal y como se demuestra en el estudio, hay una clara correlación entre los juegos que involucran misiones, retos y recompensas y la mejora del aprendizaje en la lectoescritura. Para iniciar el diseño del Escape Room, el docente debe tener objetivos claros para la actividad, seleccionar el contenido educativo que se abordará y establecer la misión y los desafíos relacionados con el tema elegido.
Posteriormente, se puede definir un protagonista ficticio que presente la misión general que deben cumplir y sirva como hilo conductor de todas las actividades. Este personaje introduce el Escape Room y proporciona el primer sobre con los objetivos de la primera misión a cumplir. Es importante que estos retos estén relacionados en la lectura y escritura como, por ejemplo:
- Resolver preguntas a través de la reflexión y comprensión sobre un texto leído en un tiempo determinado de forma oral.
- Dar respuesta de forma escrita a preguntas después de visualizar un vídeo.
- Realizar un storytelling en voz alta.
- Identificar en un texto palabras que faltan o incorrectas.
Al completar cada misión, el grupo de alumnos recibe un sobre con una palabra y la siguiente misión. Una vez que hayan resuelto todas las propuestas, deberán de formar una frase que les permita «escapar» del aula y concluir la actividad de manera satisfactoria.
Todas estas actividades fomentan la lectura y escritura, así como la reflexión, comprensión, imaginación y escucha activa. Es por eso que podemos ver que el Escape Room es una buena herramienta para activar la atención, concentración y la motivación en el aprendizaje. Además, contribuye a que los niños disfruten y aprendan a través del juego, lo que crea una experiencia educativa enriquecedora y memorable.