En el proceso de aprendizaje de la lectoescritura hay un elemento clave en el desarrollo del niño: su destreza manual. Es en los primeros años cuando se concreta si es diestro o zurdo, y normalmente se detecta en la escuela. No siempre es fácil, y por eso te damos algunas indicaciones para ayudarte.
El desarrollo de actividades para potenciar las habilidades motoras finas será esencial no solo para fomentar y facilitar su labor de aprendizaje de la lectoescritura, sino también para observar si un niño es diestro o zurdo. Piensa que, en función de una cosa u otra, deberás proporcionarle unos materiales u otros y organizar la clase con ciertos condicionantes.
Es cierto que en edades tempranas los niños alternan indistintamente la izquierda y la derecha para sus quehaceres. Esto es porque la predominancia cerebral que determina el uso de una parte del cuerpo o la otra como principal aún no se ha fijado. No es hasta los 3 ó 4 años que se consolida la destreza o la zurdera, por lo que diferentes actividades e indicadores en clase te serán útiles para tenerlo en cuenta. Así también podrás facilitarle el aprendizaje.
Algunos trucos para observar si un niño es zurdo, y trabajar a la vez las habilidades motoras finas, son:
- Hacerle introducir objetos (macarrones, garbanzos, muñecos…) en recipientes (tarros, botellas, cajas…). Debemos fijarnos en qué mano usa preferentemente.
- Proponerle lanzar una pelota pequeña, o incluso chutarla. Si lo hace mayormente con la izquierda, probablemente sea zurdo.
- Proporcionarle materiales de dibujo y escritura adecuados a su edad. Si los usa con la izquierda será zurdo. En tal caso, debes buscar lápices y colores adaptados a su agarre, diferente del de los diestros.
- Facilitarle juegos con pinzas de la ropa. La mano con la que haga la fuerza para abrirlas, si es la izquierda, nos indicará seguramente su zurdera.
Hace años, incluso todavía en los 80, no estaba bien visto que un niño fuera zurdo. ¡Se consideraba una expresión maligna, satánica! Se obligaba a los pequeños a escribir y pintar con la derecha. ¡Incluso había casos en los que se les ataba la izquierda para que no pudieran utilizarla! Esto provocaba que algunos zurdos reconvertidos a diestros tuvieran, como señal visible, una letra horrorosa, o dislexia, o tartamudez, entre otros problemas. Afortunadamente esta concepción ‘antizurdos’ se erradicó y ahora existen múltiples productos adaptados para hacerles la vida más fácil.
Como curiosidad, hay un reducidísimo grupo de zurdos que lo son por imitación. Como el aprendizaje suele darse a través de este método, en algunos casos la zurdera puede ser resultado de imitar a un hermano mayor, a un profesor… Incluso la disposición de las mesas puede influir, pues ven en espejo a otro niño que está en frente. Curioso, ¿verdad?
Sea como fuere, es importante que puedas detectar niños zurdos en clase para asegurarte que le proporcionas materiales y recursos adecuados para su correcto desarrollo y aprendizaje de la lectoescritura.