STABILO Aula – Lectoescritura y coloreado para profesores de infantil y primaria

Aprendizaje de la lectoescritura con juegos tradicionales

Uno de los objetivos de la etapa de Primaria es mejorar la lectoescritura, es decir, la destreza para leer y escribir. Este aprendizaje desde temprana edad es garantía de éxito para un posterior desarrollo en los niños porque son habilidades que se aprenden, no nacemos con ellas.

La lectura aporta a los niños creatividad, un incremento de la imaginación, que absorban conocimientos e información o que potencien el pensamiento crítico y su capacidad lingüística. Por otra parte, la escritura aporta a los niños en la etapa de Primaria un mejor de desarrollo del lenguaje y la expresión, más concentración y que adquieran un mayor interés por la lectura. En definitiva, la lectoescritura hace que ¡el lenguaje sea accesible y sin límites!

Los juegos tradicionales se han mantenido de generación en generación. Pero lo cierto es que desde la llegada de las nuevas tecnologías han perdido valor. Los juegos, al ser introducidos en las aulas, “pueden generar cualidades como la creatividad, el deseo y el interés por participar, el respeto por los demás, atender y cumplir reglas, ser valorado por el grupo, actuar con más seguridad y comunicarse mejor”, según detalla en este artículo Carmen Minerva Torres, profesora en la Universidad de Los Andes, de Venezuela. Por eso pueden ser una herramienta muy útil para trabajar en clase de forma lúdica en clase (¡nunca mejor dicho!) diferentes aspectos para practicar la lectoescritura. A continuación, proponemos tres juegos tradicionales como inspiración:

  • Palabras que se encadenan: Los niños tendrán que formar una redonda para que el juego empiece. Uno de los niños dice una palabra, por ejemplo, “rosa”. El siguiente niño tendrá que decir otra palabra que empiece por la sílaba final, como “saco”. Y así sucesivamente. Un juego lúdico donde se trabaja la consciencia silábica en el aula.
  • El ahorcado: Este juego es muy práctico porque potenciamos la escucha activa, el razonamiento y la escritura. ¿Cómo jugamos? El niño tendrá que identificar un objeto en el aula y mencionarlo al maestro. A continuación, el niño dibuja una línea por cada letra que tenga la palabra. Por ejemplo, si la palabra es “cuadro” el niño tendrá que dibujar seis líneas. Los niños irán levantando la mano y dirán diferentes letras: si dicen una letra que conforma la palabra se escribirá la letra correspondiente si, por el contrario, la letra no está en la palabra si apuntará en un recuadro aparte (para no repetirla). Cada vez que los niños fallen si irá dibujando una picota sencilla y la figura de un hombre. El juego termina cuando se adivine la palabra o el hombre quede ahorcado.
  • El reto de las palabras: Este juego es tan dinámico y divertido que además de pasarlo bien se fomenta enriquecer el vocabulario y el trabajo en equipo. El maestro tendrá que dividir el aula en dos grupos. Cada grupo será un equipo. El profesor elegirá una letra y cada miembro del equipo deberá escribir palabras. El equipo ganador será aquel que escriba la mayor cantidad de palabras. Y si se quiere poner un plus de dificultad al ejercicio, el maestro puede escribir una palabra en la pizarra y los alumnos de cada equipo deberán escribir sinónimos y antónimos de esa palabra. Y ganará el equipo que escriba más sinónimos o antónimos.

Con estos ejercicios los niños tendrán la curiosidad para aprender, jugar y estimular los aspectos más esenciales para una mayor destreza de la lectura y la escritura.