En el libro Talleres de Animación a la Lectoescritura (Editorial de la infancia), impulsado por AMEI-WAECE (la Asociación Mundial de Educadores Infantiles), y patrocinado por STABILO Aula, hay diferentes proyectos pedagógicos y ejercicios para facilitar el aprendizaje de la lectoescritura. Uno de ellos es el de Mª Blanca Robles, que sugiere un plan muy completo para todo el curso en primero de Primaria. ¿Quieres conocer alguna de sus propuestas? Te presentamos ‘El árbol lector’.
Previo al inicio de la actividad, los alumnos tendrán que saber qué es una biblioteca, para qué sirve, cómo funciona… ¡Y, por supuesto, se tendrá que disponer de un servicio de préstamo en el aula!
¿En qué consiste ‘El árbol lector’? Primero hay que crearlo, ¡sin duda! Puedes proporcionarles papel resistente para que dibujen y pinten el tronco y las ramas. A continuación, se debe pegar en la pared la figura del árbol creando un gran mural. Esta actividad es ideal trabajarla en primavera porque a partir de entonces nuestro particular árbol empezará a florecer, como los de la vida real.
Cada alumno dibujará y coloreará una flor, que pegará en la parte del árbol que más le guste. Y cada libro que haya leído el niño será una hoja, donde escribirá el título del volumen. Cada una de estas hojas se colocará alrededor de su flor. No es tanto una competición para ver quién ha leído más, sino un proyecto colaborativo para acabar teniendo un frondoso árbol florecido.
Para acabar de decorarlo, se pueden crear figuras como pájaros, frutos, insectos, nubes, arcoíris, etc. que tengan que ver con los libros que hayan leído los niños. Además, sería interesante poder tener pequeñas sesiones de debate donde cada pequeño explicará a sus compañeros qué libro ha leído, de qué trata y si lo recomienda.
Con esta actividad se fomenta el desarrollo del lenguaje del niño y la interacción oral, mejora su capacidad de lectura y comprensión, despierta e incentiva su interés por la lectura y los libros, fomenta la escritura y el diálogo, así como la responsabilidad a la hora de llevarse y devolver los libros a la biblioteca de clase. Sin olvidar que también se trabaja el dibujo para fortalecer esta faceta.
Este ejercicio puede ampliarse y complicarse con otras propuestas, como creación de fichas específicas o aprender y buscar información nueva sobre temas como los animales, las plantas, la climatología, etc.