Para trabajar el aprendizaje de la lectoescritura es importante que sea con actividades divertidas y dinámicas. Por eso, te presentamos algunas que propone la profesora María Verónica San Martín. Están recopiladas en el libro Talleres de Animación a la Lectoescritura (Editorial de la infancia), impulsado por AMEI-WAECE, la Asociación Mundial de Educadores Infantiles, y patrocinado por STABILO Aula.
Trabajar mediante el juego
No es ningún secreto que el juego facilita el aprendizaje de los niños, mediante la observación, la experimentación y ¡la diversión! En este caso, se propone convertir a los alumnos en mini-detectives: ¡con bigote, lupa y pipa incluidas! ¿Qué más se puede pedir?
“Pequeños Detectives” es el título que María Verónica San Martín propone para estos ejercicios. Para empezar y contextualizar el juego, explicaremos qué es un detective y qué hace. Contaremos la historia de Sherlock Holmes, que servirá para ejemplificar y captar la atención de los alumnos.
Una vez familiarizados, es hora de transformarnos en uno de ellos para abordar todo lo que viene. Con cartulina confeccionaremos lupas, bigotes, pipas… para disfrazarnos de detectives, y ¡ya podemos empezar a trabajar!
Desciframos mensajes
Descifrar códigos promueve la concentración, la lógica y la observación. Cada niño recibirá un código secreto, que deberá descifrar a partir de una tabla que relaciona símbolos con las letras del alfabeto. El código de cada niño a descifrar será su nombre, para que de este modo se vea más implicado con el ejercicio.
El personaje misterioso
Estos detectives también trabajarán el desarrollo de vocabulario y la capacidad de hacer preguntas o de definir. Será con una actividad para descubrir al personaje oculto mediante pistas y preguntas.
¿Quién será? Buscaremos personajes conocidos por los niños a través de fotos en revistas, un vistazo en internet, y… ¡ya pueden empezar a preguntar! ¿Es un animal? ¿Es un dibujo animado de la TV o el cine? ¿Ayuda a las personas? Una vez hayan adivinado el personaje, escribiremos el nombre en la pizarra y colocaremos su imagen al lado.
Mensajes secretos
¡Jugar con silabas también es muy útil! Los detectives tendrán que buscar carteles con sílabas repartidos por toda el aula. Una vez encontrados, tendrán que pensar en palabras que empiecen con esa sílaba. El profesor la escribirá en la pizarra para que todo el mundo la vea, y así ayudar a la consolidación de la correspondencia entre fonema y grafema.
Otra actividad lúdica es jugar al veo-veo con palabras que riman. ¡Mejor os damos un ejemplo! El maestro dice la primera: “veo-veo una palabra que rima con… CHUCHE”. Los alumnos tendrán que descubrir cuál es el objeto que el profesor ha visto. “¡ESTUCHE!” Una vez descubierto, se escriben las dos palabras en la pizarra para compararlas. ¿Cuántas sílabas tiene cada una? ¿Se nos ocurre alguna palabra más?
Todas estas actividades, códigos y enigmas harán que los pequeños descubran la importancia de la lectoescritura y su correcto aprendizaje a través de un juego divertido y simple. Esta sensación de misterio y de resolución de secretos los animará a investigar y maximizar su desarrollo.
Ahora es vuestro turno. ¡Elemental, querido Watson!